Protegemos al cuerpo entero
a pesar de que tiene muchas partes,
como brazos, piernas y demás.
Deberíamos hacer lo mismo
con los diferentes seres,
ya que ellos, con sus gozos y sus penas,
son iguales a nosotros mismos
en su anhelo por la felicidad.
Maestro Shantideva
siglo VII